MARÍA DEL SOL

MÁS ALLÁ DE LA MÚSICA

CONTRATA

¡Bienvenidos a mi espacio!

Aquí, en este rincón íntimo, quiero compartir contigo quién soy más allá del escenario. Soy Marisol Echanove Rojas, nacida en la hermosa Ciudad de Guanajuato, (así que como sabrás allá tengo unas tías muy bien paradas).

Soy hija de un hombre guapo y talentoso, Don Alonso Echánove, quien era abogado de profesión pero un artista de corazón. Él tocaba la guitarra, cantaba de manera hermosa y actuaba "por amor al arte" junto a mi querida madre, Josefina Echánove. Soy hermana de Peggy y Alonso, todos ellos artistas prominentes y destacados; así que como verán, vengo de una familia donde el arte es parte.

Pero mi historia no se detiene ahí. También soy madre de una talentosa joven llamada Romina, quien toca la guitarra, canta con dulzura y es una compositora brillante. Romina es una mujer independiente, determinada y sensible, y además, prepara el pastel de zanahoria más delicioso del mundo. Ah, y también es esposa y madre, lo que me convierte en una abuelita orgullosa de Dan, un niño con la risa más hermosa que jamás haya escuchado.

Mi vida ha sido una sorpresa tras otra. Y si Sara tuvo un hijo a los 90 años ¿qué creen? A los 60 años, ¡yo también!, Al partir mi hermana "Peguita" me compartió su maternidad dejándome a Damián, mi sobrinhijo. Tiene 45 años pero por siempre será un niño especial de 4 años. Es el más guapo, según sus propias palabras, tiene unos hermosos ojos verdes, un sentido musical maravilloso, y es un gran maestro.

¿Cómo empecé?

¡Yo no sabía que cantaba! ¿Puedes creerlo? Tengo dos negros pasados, uno ya quedó enterrado "¡gracias, mi Dios!" El otro, lo llevo impregnado en mi piel. Mi bisabuela jamaiquina y mi bisabuelo inglés aportaron color y sabor a mi familia, y esa mezcla se refleja en mi voz. El blues y el soul se convirtieron en mis cómplices durante casi 50 años, no de edad, sino de trayectoria musical.

Fue mi madre quien descubrió mi talento a los 14 años mientras tocaba al piano haciendo unos lamentos con estilos de soul y blues por un momento triste que estaba viviendo. Al oírme, a mi mamá le sonó tan bien que amablemente "me tomó de los cabellos" para llevarme a una audición a la cual yo no quería ir. Le estaré eternamente agradecida por eso.

Un sueño no soñado

Mientras que mi hermano Alonso había encontrado su pasión por el arte a una edad temprana, y mi hermana Peggy era una estudiante brillante desde el jardín de infantes para mí la escuela no era mi fuerte. Y no porque no me gustara, sino que en mi época no se entendía cómo el TDA y la dislexia afectaban la capacidad de aprendizaje. Me costaba enfocarme y retener la información, lo que se traducía en malas calificaciones. Quería aprender, pero la escuela se me hacía cuesta arriba.

Sin embargo, mi madre fue mi inspiración en mi proceso de formación. Ella era obsesivamente dedicada a su trabajo, disciplinada y amaba lo que hacía. Me animaba a aprender las letras y comprender las canciones que cantaba en inglés. Mi maestro de canto también vio más en mí de lo que yo podía ver en ese momento. Tal vez por eso mis cantantes favoritos son: Whitney Houston, Aretha Franklin, Donna Summer, Patty Labelle, Michael McDonald e incluso Luis Miguel.

"...Cantar cambió mi vida. Sentí que lo que hacía tenía valor...se convirtió en una meta y un sueño hecho realidad".

Cantar: Mi fuerte, más que mi meta o mi sueño

Al principio, cantar era simplemente divertido. Me divertía interpretar música brasileña, como las canciones de Sergio Mendes. Pero cuando vi que en verdad lo hacía bien, me hacía sentir útil. Por eso cantar cambió mi vida. Sentí que lo que hacía tenía valor, y cuando me mudé a la Ciudad de México a los 17 años, se convirtió en una meta y un sueño hecho realidad. Quería dedicarme por completo a la música.

Todos anhelamos ser conocidos, reconocidos y valorados por lo que hacemos. Ese deseo se convirtió en una obsesión para mí. Quería destacar, ser diferente aunque para el "mainstream" en los 70's y 80's mi manera particular de innovar en mi profesión no era la tendencia popular. Cantaba canciones de Bette Middler, de los Beatles canciones de Chaka Khan, cantaba otras cosas pero poniéndole soul. Y no solo eso, aún en el vestuario y en el peinado, hacer la diferencia, era mi pasión.

Más allá de la música

Mi día a día ha evolucionado. Ahora valoro las cosas simples: un buen café, flores hermosas, ver una película y, por supuesto, pasar tiempo con mi familia. Disfruto cada momento con mi nieto, mi hija y todos los seres queridos que Dios me ha dado. Para mí, el tiempo compartido es un tesoro invaluable.

¿Qué depara el futuro? Sueño con presentarme en el Festival Internacional Cervantino en mi tierra, me encantaría grabar historias para niños, aprovechando mi voz. Y en particular quisiera ser la voz de todas las familias que tienen niños con necesidades especiales, especialmente de las madres o tutoras que se quedan a cargo de ellos. Este es un camino que conozco de cerca y me gustaría ser una embajadora que defienda sus derechos y necesidades.

¿Que si he pensado en qué hacer para celebrar mis 50 años de carrera? Sí... ¡llegar! jajajaja y ya de ahí vemos...

"Mi mayor satisfacción en la vida es saber que lo que hago tiene un impacto en la gente y que puedo dejar una huella en el corazón de las personas."

Fuera de escenarios

En mi tiempo libre, tengo pasiones diversas. Colecciono todo lo que tenga forma de boca: playeras, lentes, bolsas, teléfonos e incluso papel de baño. También soy una amante de los maquillajes, y nunca tengo suficientes.

Soy una cafetera de corazón. ¿Gustan una tacita de café?

Soy una persona casera, no me atraen las multitudes, y mi lema es que "más de tres es multitud". Lidiar con la dislexia y el déficit de atención me ha enseñado a nadar contra la corriente y perseverar con eso y otros "es-ques".

Dejar un legado

Soy una mujer fuerte que ha atravesado desafíos y ha superado obstáculos. La esencia de Marisol y María del Sol coexisten en armonía. Canto porque es lo que sé hacer, pero también porque es mi manera de compartir amor y esperanza con el mundo. Mi esencia como Marisol es lo que impulsa a María del Sol ser quien es y eso es solo por gracia de Dios.

Como mujer, cantante y profesional, mi objetivo no es ser simplemente una artista famosa, mi mayor satisfacción en la vida es saber que lo que hago tiene un impacto en la gente y que puedo dejar una huella en el corazón de las personas. Mi misión es ser un soporte tanto en lo profesional como en lo personal para los demás, alguien que trae esperanza y aliento a sus vidas, más allá de la música. Quiero ser recordada tan solo como una mujer que pudo ser efectiva en la misión que Dios le dio.

Por último, pero no menos importante, soy una mujer elegida, amada y perdonada por mi Señor, Jesucristo. Hace 27 años, mi vida tomó un nuevo rumbo gracias a Su gracia. Me dio una nueva vida, un propósito y un destino junto a Él. Mi fe es esencial en mi vida y guía cada paso que doy.

Así que, esta soy yo, María del Sol, más allá de los
escenarios.
Gracias por permitirme compartir un vistazo de mi
vida contigo.

¿Qué más quieres saber?

Escríbeme y lo compartiré próximamente en mi
blog.

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